Parte imprescindible para la vida de un ser humano, la cocina debe contener, al menos, todos los elementos imprescindibles para realizar las funciones de cocinado mínimas y así mantener una dieta sana y equilibrada.
Por ello, acondicionar y tener el espacio perfectamente preparado para las tareas de cocinado es fundamental para poder habitar en una casa cómodamente y con todo lo que necesitamos a nuestro alcance.
¿Se puede reformar una cocina con poco dinero?
Aunque parezca más una utopía que la misma realidad, una reforma de cocina no tiene por qué salirnos muy cara. Si el espacio conserva una estructura buena y algunos muebles o materiales en perfecto estado, una simple reforma cambiará por completo la habitación, y nuestras vidas, por supuesto.
Un claro ejemplo de cambio radical en una cocina pasa por fijarnos en el suelo. Ese espacio donde va a parar todo lo que, accidentalmente, se nos cae sin querer, donde pisamos, día sí y día también, hacemos vida y, por lo tanto, se va gastando y quedando obsoleto con el tiempo.
Si decidimos realizar una pequeña inversión para renovar el suelo, el cambio en la cocina será increíble, y notarás que todo tiene más sensación de pulcro y renovado. Además, como tip podemos decir que, si apostamos por suelos de parqué o de baldosas de color claro, estaremos dando más luz y amplitud a la estancia de manera automática.
Consejos low cost para cambiar la cocina
Pintar los azulejos de la cocina
Si no tenemos presupuesto para cambiarlos por otros nuevos, la mejor opción pasa por las manos de pintura. Aquí o allá, una buena capa de pintura nos puede resolver la vida, y el bolsillo.
Si queremos darle un aire más actual a la cocina, échale un primer vistazo primero a las revistas de decoración, elige la cocina que más se adapte a tu personalidad, y a comprar una lata de pintura para empezar manos a la brocha.
Una simple tarde bastará para tenerlo listo, y el resultado te dejará sin palabras.
Muebles renovados
Si tampoco está la cosa para cambiar el mobiliario de cocina por uno nuevo, no pasa nada, la pintura, de nuevo, será la solución. Cambiar el color de los anticuados muebles por otros que den sensación de amplitud a la estancia y compleméntalos con una renovación en los tiradores por otros de acero inoxidable y apliques para finalizar la labor.
Invierte en un nuevo frigorífico
Donde más se nota un cambio en la cocina es cuando pasamos de tener un viejo frigorífico a tener uno nuevo, que no decimos caro, que sea de acero inoxidable.
Dejando atrás los blancos o de colores que no decían nada a la habitación, ahora tendrá un aspecto más renovado y actual, y además seguro mejorará nuestra capacidad de conserva de los alimentos.
Añade complementos de bajo coste
Con esto nos venimos a referir a añadir ganchos aquí o allá, a añadir una bonita estantería de madera que contraste con el acero o a sustituir las cortinas por estores de última moda. Por ejemplo, si colocamos una barra para poner las tazas y, así, ganar en almacenaje y aspecto visual.
Otra idea es añadir algún elemento que aporte vida, como puede ser un pequeño espacio reservado a plantas que, a su vez, nos pueden servir como condimento. Encontramos pequeñas macetas, a precios realmente bajos, que contienen tomillo, romero, etc.
El cambio definitivo de tu cocina
La última modificación que te añadimos, y también en formato low cost, es el cambio de las encimeras. Una de las zonas que más sufre al cocinar necesita verse renovada, lo que se notará en el cómputo global de tu cocina una vez reformada.
La opción más económica para la reforma de una cocina, pero que queda realmente bien, son las encimeras que imitan el color del cemento, y que puedes comprar en grandes superficies y colocarlas tu cómodamente en casa.
Ya no necesitas sumergirte en costosas obras ni llevarte semanas sin poder usar tu cocina. Con unos simples, y baratos cambios, esta renovación será “pan comido”, ¡te lo aseguramos!